Adiós a Suiza de momento. Mi intención era pasar unos días en Ginebra en mi camino hacia Inglaterra ya que quería visitarla bien y de paso saludar a una amiga chilena que había conocido en Montana y a un amigo de mis padres de Sagides que trabajaba de traductor en las Naciones Unidas. Era un hombre encantador. Hablaba y escribía 5 idiomas, incluido el ruso. Fue muy bonito visitar aquel laberinto de oficinas que él muy orgulloso me enseñó. Me invitó a pasar unos días con su familia en Basilea, pero no podía ser ya que tenía que continuar mi viaje porque tenía que estar en una fecha determinada en Inglaterra.
Tenía el billete para ir en tren pero pasó algo imprevisto y fue que los ferrocarriles franceses empezaron una huelga indefinida por lo que llamé a Inglaterra para ver que podía hacer. Allí estaban bien al corriente de lo de la huelga y me aconsejaron que fuera por avión y que ya me pagarían el billete cuando llegara. Cancelé el billete del tren y con el dinero que me devolvieron me puse a buscar billete por avión. No fue fácil ya que no había vuelo directo; fui de Ginebra a Zurich y de allí a Londres. ¡Puedo decir que a pesar de ser mi primer viaje en avión no me maree !